Cumplir 25 años no es nada fácil para cualquier proyecto cultural y, menos aún, para una agrupación musical privada que orienta su actividad hacia proyectos que no tienen por objeto el reconocimiento inmediato del denominado gran público, sino sobre todo una garantía de calidad, presididos por el rigor y la profesionalidad en el campo de la música clásica y tradicional, popular o de cámara. Pero éste es el caso la Camerata Coral de Santander, que nació por el año 1975 y a quien agradezco, en primer lugar, la oportunidad que me brinda de participar en los actos de este afortunado cumpleaños.
Tengo la suerte de formar parte, aunque sea de forma sólo relativamente significativa ,de la historia de este querido Coro ya que participé a finales de los años 70 en la creación y consolidación de la Coral de Santander, en aquellos años pioneros en tantas cosas, entre ellas incluso la propia lucha por conseguir un Estatuto de Autonomía para Cantabria– Mia portación, desde luego, fue de gestión y trabajo en su Junta Directiva, como Vicepresidente, y no en la participación como coralista, afortunadamente para la calidad de la Coral y el disfrute de los oyentes.
Por eso puedo hablar con verdadero conocimiento de causa de las enormes dificultades que hubo que superar para consolidar aquel coro que nacía con una vocación dedicada de calidad
y de rigor. El entusiasmo y el sacrificio de los componentes de la Coral, extraordinarios apasionados de la música y excelentes personas, a cuyo frente se encontraba la figura realmente
inolvidable de Lynne Kurzeknabe; las dificultades económicas. que eran la preocupación constante de una directiva realmente entusiasta presidida entonces por I)- Luis Sedano; los viajes por toda Cantabria, primero, y por toda España después; la actuación en el Festival Internacional de Santander, que supuso en cierto modo la puesta de largo; el reconocimiento del público y de la crítica. Tantos buenos y difíciles, pero inolvidables recuerdos que conviene y
apetece recordar ahora.
Hoy, al cabo del tiempo podemos seguir afortunadamente disfrutando de la Camerata Coral de Santander, que ha andado su camino, su brillante trayectoria, con diversas formaciones, con diversos repertorios, con diversos directores y con diversa orientación; un camino bien diseñado
y bien establecido por los sucesivos responsables y coralistas. Y así hoy, al de veinticinco años, sigue siendo una feliz realidad para todos los que amamos la música y, sobre todo para quienes defendemos su interpretación bien investigada, bien planteada y bien interpretada, Felicidades por ello, y sobre todo gracias a sus componentes, a quienes deseo la mantengan para quienes tomen el relevo al menos durante otros veinticinco años.
Rafael de la Sierra González
Presidente del Parlamento de Cantabria