Título: «Juan Antonio García de Carrasquedo (1734-1812), Primer Maestro de Capilla de Santander: su Condición como Compañero-Sobrino de Francisco Javier García Fajer el Españoleto, una Introducción a su Obra y Presentación del CD Maestros de Capilla de Santander.»
Transcripción y revisión de Francisco San Emeterio Santos. Pianista, investigador musical y profesor del Conservatorio *Jesús de Monasterio+ de Santander.
Tras muchos años de investigación sobre su vida y obra, y la consiguiente divulgación de la misma, al fin ha llegado el merecido y oficial reconocimiento del Maestro de Capilla de la Catedral de Santander, Juan Antonio García de Carrasquedo. El Pleno del Ayuntamiento de Santander acordó en 2007 dedicarle una calle. Dos semanas más tarde se colocó una distinguida placa en un pilar de la Plaza Porticada con la siguiente dedicatoria:
A JUAN ANTONIO GARCÍA DE CARRASQUEDO, 1734-1812, PRIMER MAESTRO DE LA CAPILLA DE MÚSICA CREADA EN 1756 EN LA IGLESIA CATEDRAL DE SANTANDER Y QUE VIVIÓ EN LAS CALLES COMPAÑÍA Y ARCILLERO, EN RECONOCIMIENTO A SU APORTACIÓN AL PATRIMONIO MUSICAL DE LA CIUDAD.
Esculpido en el pilar adyacente, un recuerdo al director de orquesta Ataúlfo Argenta, quien interpretó en esta plaza las nueve sinfonías de Beethoven dentro del Festival Internacional de 1953. ¡Milagrosa coincidencia! Las dos calles en las que vivió nuestro músico y que fuerondestruidas por el fuego en 1941 convergen en lo que hoy es la Plaza Porticada. ¡Cuántas vibraciones – Argenta, Beethoven, Carrasquedo– y tantas más en las noches mágicas en el escenario musical del verano santanderino! Otro músico, su tío carnal Francisco Javier García Fajer también forma parte intrínseca de la memoria del maestro de Santander. Dos hombres unidos en la vida por lazos familiares, y unidos en el destino… por la música. ¿Y cómo fue esta relación personal y musical entre los dos Garcías? Retrocedamos en el tiempo para contar como comenzó todo.
Hace treinta años, elcatedrático en musicología, Emilio Casares, me avisó que había descubierto en la Catedral de Oviedo partituras de un maestro de Santander, llamado García de Carrasquedo. Me puse manos a la obra, buscando más música escrita en catedrales incluidas en un imaginario radio entre Oviedo y Cuenca. También tuve que buscar datos sobre su vida en múltiples archivos entre Oviedo, Santander, Nalda, Zaragoza y Valmaseda Porque la única referencia existente sobre García de Carrasquedo fue la del diccionario bibliográfico Efemérides de Músicos Españoles de Baltasar Saldoni (1880), donde se señala que el maestro de Santander fue *antiguo alumno del famoso Francisco Javier García Fajer, El Españoleto+. Desde entonces, mis investigacionesme han demostrado que su relación era mucho más estrecha y que el concepto de “alumno o discípulo” no es realmente acertado, aunque ha seguido apareciendo así en la mayoría de trabajos musicológicos relacionados al tema (Mª A. Virgili, Revista Catalana de Musicología, 2004)).
La información que voy a exponer a continuación ayudará a encontrar un término mejor para definir aquella relación. Presento tal cual losresultados de mis investigaciones y los hechos de la historia, así como las supuestas influencias: hipótesis mías basadas en los hechosy en la propia música.
El hermano mayor de El Españoleto, Juan Antonio García Fajer, nació en Zaragoza en 1708. Sus padres, Juan Bautista García y Manuela Fajer, se mudarán a Nalda en La Rioja donde nacerán diez hijos más; el último fue Francisco Javier que nació el 2 de diciembre de 1730 y no, como dicen los antiguos historiadores, en 1731[1]. El primer hijo de los García Fajer, Juan Antonio, se casó en Nalda en 1727 con Mª Josefa Medrano y allí, en marzo de 1730, el matrimonio García Medrano verá nacer su primer hijo, Juan José. Nueve meses antes de nacer el más pequeño de los hermanos García Fajer, Francisco Javier. Juan Antonio García Fajer es auditor real y por razones profesionales el joven matrimonio se muda a Zaragoza donde tendrán otros dos hijos: en marzo de 1734, Juan Antonio (nuestro músico) y en 1735, Rosa. De nuevo el matrimonio García Medrano vuelve a Nalda y allí nacerán Mª Josefa en 1738, Dionisio en 1741, y una niña, Antonia, entre 1743-46, posiblemente en Logroño.
Lo verdaderamente reseñable es que los dos músicos yase conocerán en Nalda, Juan Antonio de tres años y Francisco Javier de seis. Además crecerán como hermanos alrededor de los abuelos, Juan Bautista y Manuela Fajer. Sus hijos más jóvenes, Francisco Javier e Ildefonso, jugarán con sus sobrinos, los hijos de su hermano mayor. Aquella pandilla estaría formada por Ildefonso García Fajer (ocho años), Francisco Javier (seis años) y los García Medrano, Juan José, (siete años) y Juan Antonio de 3 años. Si Francisco Javier ya perseguía su inclinación por la música, suponemos que pronto va a contagiar a su joven sobrino, Juan Antonio cantando, tocando, y quizás acercándole a alguna clase en Nalda, o a una misa cantada en la Catedral de Logroño ¡Qué suerte tuvo Juan Antonio al ser introducido tan joven a la música cuando el oído y las emociones son tan receptivos!
Y sobre su relación personal y musical, se puede considerar el siguiente condicionante: el Españoleto es el último de once hijos nacidos en un periodo de veinticuatro años. Como todos los niños cuyo destino es nacer el último de los hermanos, Francisco Javier posiblemente recibiría con gran ilusión la llegada del joven sobrino. Esta oportunidad de *salir del cascaron+ y demostrar que él también podía ser incluso un protector que podía dar consejos a un sobrino-hermano al que idolatraba. Francisco Javier, conocido más tarde por su bondad y generosidad podía ser para Juan Antonio su imagen, su mentor; en este caso especial se trataba de un sobrino que además tenía grandes facultades para la música. El Españoleto será su mentor no sólo en la vida, sinotambién en la música. Se podría llegar a pensar que es posible que el niño Juan Antonio nunca hubiera dirigido su vida hacía la música si no se hubiese producido aquel contacto y condición especial con su tío, Francisco Javier, durante aquellos años formativos en Nalda.
Y así disfrutaban aquellos dos jóvenes de una unión aún más fuerte que la hubieran tenido con los demás chicos de la pandilla. La magia de la música crea lazos entrañables y duraderos. Francisco Javier y Juan Antonio tenían aquel mundo maravilloso en común, un mundo al que los demás no tenían acceso. Así siguieron felices con sus descubrimientos musicales (estimo unos cinco años, 1737- 1742, hasta que Francisco Javier ingresara en el Coro de Infantes de La Seo de Zaragoza con unos once años.[2] Pasaron unos dos años separados, hasta que Juan Antonio siguiese los pasos de su joven tío, entrando en el Coro de Infantes del Pilar en 1744 con diez años.[3]
Parece además bastante lógico que los dos jóvenes músicos se vuelven a encontrar en Zaragoza. La familia García estaba muy unida y existen bastantes documentos que revelan la ayuda mutua y evidente cariño entre hermanos, padres e hijos. A partir del año 1744, la familia de Juan Antonio (los García Medrano) se traslada a Valmaseda cerca de Bilbao donde nacerán ocho hijos más y el padre, Juan Antonio García Fajer, trabajará como Jefe Inspector de Aduanas o ‘Teniente de Resguardo de Rentas Reales’. Por parte de Francisco Javier, es posible que algunos miembros de su familia inmediatase encontraran de nuevo en Aragón. En todo caso, estaba claro que los dos jóvenes músicos tenían que marcharse si querían llegar un día optar al distinguido puesto de Maestro de Capilla. Ni en Valmaseda, ni en Nalda hubiera sido posible; a pesar de sus dificultades, las dos familias García encontraron los medios para ayudar a Francisco Javier y a Juan Antonio porque entendieron que la inversión en una carrera musical podía ser bastante lucrativa por aquel entonces.
En 1744, los dos jóvenes músicos se encuentran juntos de nuevo en Zaragoza, con una fuerte meta mutua: prepararse en serio para una gran carrera musical. Las dos prestigiosas capillas zaragozanas siempre han mantenido estrechas relaciones, por lo que los dos jóvenes Garcías podían compartir sus nuevas experiencias musicales y comparar las enseñanzas de sus distintos maestros: Juan Antonio con Luís Serra en El Pilar y Francisco Javier con José Lanuza en La Seo. Como Francisco Javier llevaba dos años de ventaja, seguramente compartió sus conocimientos más perfilados a su sobrino. Les absorberían la composición, la armonía, el contrapunto, el Canto Gregoriano, la Polifonía, la técnica vocal y el aprendizaje de los instrumentos de teclado, cuerda y viento. Aunque las obras del maestro de Juan Antonio, Luís Serra, demuestran una cierta apertura hacía aires italianizantes, su enseñanza habría estado principalmente sustentadaen procedimientos tradicionales. La plenitud del estilo italiano C procedimientos modernos, operísticos, coloraturas y adornos C todavía estaba por venir.
Ambos compartirían felices unos tres años juntos mientras consiguieron una excelente educación tradicional en dos de las más prestigiosas capillas españolas de aquel entonces. Si García Fajer comenzó su carrera en 1742 con once años, entonces según los Actas Capitulares, habría terminado su carrera española cinco años más tarde (1747) con dieciséis años.[4] Otros historiadores también coinciden en que podía haber sido por estas fechas más o menos cuando García Fajer se trasladaría a Italia para comenzar una nueva etapa en su carrera musical.
Mientras tanto, Juan Antonio termina su carrera en la Capilla del Pilar. Será despedido, según el Acta arriba mencionada, por *mutación de voz+ en 1751 con diecisiete años. Un total de siete años de estudio y quizás, también, servicio en la Capilla. ¿Por qué *quizás servicio+? Como sabemos, el cambio de voz ocurre bastante antes de los diecisiete años en los varones, por lo que es de suponer que le sucedía lo mismo que aquellos jóvenes con talentos especiales: después del cambio de la voz, las capillas solían aprovechar los buenos talentos, empleándolos con beca, como instrumentistas o vocalistas maduros en la propia capilla.
A su vez, Francisco Javier llevaba ya cuatro años en Italia, como han dicho historiadores desde el s.XIX, aunque esto no está documentado, posiblemente estudiando en el Conservatorio della Pietà de Turquini de Nápoles. Absorbería el rico entorno musical que sólo Nápoles le podía ofrecer. Era la capital de la Europa musical y el centro del emergente estilo operístico pre-clásico, galante. No sorprende que siendo todavía alumno, por el año 1750, Franciso Javier empieza a experimentar como compositor en el oratorio y la ópera buffa ó cómica en una posible en relación con el compositor Rinaldo de Capua perteneciente a aquel mundo en Nápoles.[5]
En 1751 Juan Antonio termina sus estudios en el Pilar de Zaragoza, y a su tío le queda posiblemente un año en la Pietá de Nápoles hasta su nombramiento como Maestro de Capilla en Terni (Umbria) en 1752. Pero curiosamente hasta la fecha de 1756 en que aparece asumiendo el puesto de Maestro de la nueva capilla de música de la Catedral de Santander no se encuentra ninguna referencia ni indicación de que Juan Antonio pudiese encontrarse en España ¿Dónde podría haber estado entre su despedida en Zaragoza y su comienzo en Santander?
La Familia García tenía fuertes lazos con Italia. Juan Bautista y su padre, Pedro García habían servido profesionalmente en la Corte de Turín en Saboya[6]. Con Francisco Javier ya estudiando en Nápoles y con la posibilidad de introducir a su sobrino-hermano en el mismo conservatorio, la familia en España no podía dejar escapar esta oportunidad, y así tenían que sacrificarse para mandar también a Juan Antonio a Italia. ¿Estuvieron Juan Antonio y Francisco Javier juntos también en Italia? La lógica indica que es muy posible. Otra prueba es de orden estético, de expresión sensible. La música ofrece la respuesta.
Pues, la música misma, como la de García Fajer, revela que Juan Antonio tenía necesariamente que haber estudiado aquellos cinco años en Italia. Porque el sello del nuevo estilo de músicaque se enseñaba por aquel entonces en Italia (Nápoles), brilla también en la música de Juan Antonio García. Algo que se va a apreciar luego en su Misa en Sib Mayor: texturas homofónicas, patrones pre-clásicos, melodías líricas, operísticas, coloraturas para el solista, adornos, etc.
La fuerte evidencia de su música, la situación de la familia y la estancia y formación de su tío preparan el camino sobre el terreno italiano. No queda duda alguna que Juan Antonio, persiguiendo una carrera paralela, va a reunirse de nuevo con su querido Francisco Javier, y esta vez en aquella Italia tan prometedora.
Crecieron como hermanos en Nalda, estudiado juntos en Zaragoza y ahora volvían a estar unidos también en Italia en aquel ambiente tan dinámico como competitivo y comprometido; recibiendo una preparación profesional excelente para desarrollar un estilo moderno y galante que más tarde, como compositores en sus respectivos magisterios, aplicarían a la música sacra.
No tuvieron mucho tiempo para estar juntos en Nápoles, porqueFrancisco Javier obtiene el puesto de Maestro de Capilla de Terni, a unos cien km. de Roma, en 1752.[7] Trabajará a caballo entre la música sacra en Terni y el mundo fascinante de la ópera en Roma. Gracias a los resonantes éxitos de sus oratorios y óperas pronto adquiere el apodo de *Lo Spagnoletto+. En 1752 el oratorio El Tobías se presentará en Roma y en1754 el oratorio La Susana. Entre 1754 y 1756 se estrenarán tres óperas cómicas La finta schiava, La pupilla, Lo scultore deluso, y en 1755 una ópera seria Pompeo Magno in Armenia. Quizás los dos han coincididoen Roma, aunque unos doscientos km. separan Roma y Nápoles o quizás Juan Antonio haya compartido algo de esta gran actividad de producción operística con El Españoleto. Desafortunadamente faltan más datos sobre esta etapa italiana. Y solamente se puede sospechar que los dos jóvenes Garcías aprovecharon musical y humanamente el hecho de encontrarse relativamente cerca el uno del otro en aquel país fascinante para dos jóvenes músicos españoles. En todo caso, se puede confirmar que los dos García se hallaban inmersos en un mundo musical moderno, galante y operístico que iba afectar notablemente su futuro producción musical como compositores dentro de la Iglesia española.
En el mismo año 1756, los dos Garcías, aparecen en España, posiblemente recién llegados de Italia, y ambos obtienen el máximo puesto de “Maestro de Capilla” Francisco Javier en la Seo de Zaragoza, su ‘alma máter’ y seguramente recomendado por su antiguo maestro José Lanuza. Sus padres vivían en Torres de Berrellen, cerca de Zaragoza. Juan Antonio escoge la recién creada Catedral de Santander, sus padres y nueve hermanos residían desde hacía doce años en Valmaseda, cerca de Santander. Después de tantos años fuera, seguramente Juan Antonio podía estar próximo a los suyos, aunque el sitio nunca podría ofrecer las posibilidades profesionales que iba a tener Francisco Javier en Zaragoza. A los dos les esperaron grandes retos: a Francisco Javier de mantener el prestigio de siglos y a Juan Antonio de crear una nueva capilla partiendo de cero. Aunque el destino les iba a separar, ellos mantendrán el mismo camino musical, C un compromiso entre la tradición española y el nuevo estilo italiano C y harán un esfuerzo por mantener contactos personales y profesionales.
En 1755 la antigua colegiata de Santander fue transformada en Catedral. Desde el primer momento el obispo de la nueva diócesis, D. Francisco Javier de Arriaza, hombre culto y de gustos refinados, se preocupa de crear una Capilla de Música y de ponerla a la máxima altura. En menos de un año había elegido como Maestro de Capilla a Juan Antonio García de Carrasquedo, que llega a Santander el año siguiente. Gracias a las gestiones del obispo y la capacidad profesional del joven maestro de solo 22 años, la nueva capilla pronto estará funcionando a pleno rendimiento y el nuevo archivo musical necesitará incrementarse. En las Actas Capitulares de Mayo de 1758 consta que Carrasquedo pide al Cabildo que *se satisfagan los costos y gastos que le habían ocurrido al trasladar y traer algunas obras de música de la Santa Iglesia de Zaragoza a ésta (Santander)+ Más tarde, consta en ‘fábrica’ la llegada de un paquete grande de la iglesia de Zaragoza con materiales para la capilla y un atril para su maestro. ¿Será el atril un regalo de Francisco Javier?
Más tarde, cuando la fama de El Españoleto llegaa oidos del obispado santanderino, será el propio Cabildo el que le proponga algún viaje a Zaragoza para conseguir partituras de su prestigioso tío. Podemos imaginar la alegría de aquellos *encuentros profesionales+: hablar de la familia, de viejos tiempos en Nalda, Zaragoza e Italia, de los últimos procedimientos musicales, intercambiar impresiones de sus respectivos magisterios y comparar nuevas composiciones. Quizás también tuvieron tertulias con los discípulos de El Españoleto sobre el nuevo estilo melódico, homofónico, con aires italianizantes y creando por aquel entonces controversia entonces entre las catedrales tradicionales y las más progresistas. Carrasquedo llegaría a Santander con la cabeza llena de nuevas ideas musicales y los brazos llenos de nuevo material para la capilla.
Resulta una lamentable pérdida que el Archivo Musical de la Catedral de Santander despareciera a consecuencia de la Guerra Civil, pues se llevó a ‘La Papelera Española’ en Aranguren para ser reprensado. Nos podemos imaginar la gran cantidad de obras que existirían en ese archivo; de músicos compañeros como El Españoleto, y las compuestas por el propio Carrasquedo durante tantos años en Santander. A pesar de aquella gran pérdida, ha sido posible localizar obras de Carrasquedo en varios archivos catedralicios citados al principio, algo que acredita el prestigio del que gozaba en su tiempo. La Misa en La menor y la Misa en Sib mayor son de tal elocuencia y grandeza compositiva, que si solamente hubieran sobrevivido estas dosobras, Juan Antonio García de Carrasquedo tendría su puesto entre los compositores españoles más destacados de su época.
Como el cargo de Maestro de Capilla iba anejo a una Capellanía para Presbítero en la Catedral de Santander, el joven Juan Antonio se ordena sacerdote en 1761 y pedirá permiso al Cabildo para cantar su primera misa en la Iglesia San Severino de Valmaseda, donde residía su familia, y según los Actas del Cabildo, *para dar gusto a sus padres+. Es interesante notar aquí, que será durante aquella estancia en Valmaseda cuando su padre, el hermano de Francisco Javier, adopta el apellido oriundo del Valle de Mena, “Garcia de Carrasquedo”¿Quizás tuviera raíces allí la Familia García?[8] En todo caso, no parece que haya sido un mero capricho el haber adoptado aquel apellido. Este valle siempre ha pertenecido eclesiásticamente a la Diócesis de Santander, y tanto se ha dicho de lo aragonés y lo riojano de nuestros compositores, ¿no sería una coincidencia si en Santander también pudiésemos presumir, un poco por lo menos, de la procedencia eclesiástica de aquella destacada familia? Precisamente el pueblecito que da el topónimo al apellido se llama Carrasquedo de Mena y se halla a unos pocos kilómetros de Villasana, un sitio de gran belleza natural entre peñas y montes. En todo caso, el hermano de El Españoleto firma desde entonces sus documentos como García de Carrasquedo y Fajer, y otros veces sin el “Fajer”. Su hijo, el compositor, también utiliza el compuesto “de Carrasquedo” en documentos y partituras, aunque se le puede encontrar como “Antonio García”, por ejemplo en dos misas conservadas en Cuenca, y también como *García Medrano+.
En 1761, al poco tiempo de ordenarse sacerdote, Carrasquedo trae a sus padres y nueve hermanos a vivir con él en Santander. En 1762, como Presbítero Capellan de la Catedral, casa a su hermana, Rosa, con el Abogado de los Reales Consejos, Pedro Agustín Mendieta, que es además ALCALDE MAYOR DE LA CIUDAD DE SANTANDER y Auditor General de Marina de la provincia. Gracias quizás a la influencia de su prominente yerno, el padre (que se firma ahora como JA García de Carrasquedo y Fajer) conseguirá el cargo de Capitan del Bergantin y Jefe Inspector de Aduanas[9] del Puerto de Santander, puesto de prestigio pero no suficiente para sustentar a la numerosa familia. Será nuestro Maestro de Capilla, Juan Antonio quien sustenta a su familia y financie los estudios de sus hermano Dionisio y Juan Agustin en Derecho, y posiblemente Maria Joaquina, porque ella se casará con el Catedrático del Departamento de Leyes de la Universidad de Salamanca. Resulta destacable lo que declara más tarde en su testamento el padre de nuestro músico: “debo todo a mi hijo, Juan Antonio, que con su salario de maestro de capilla, haciendo SACRIFICIOS PROFESIONALES y con el máximo amor y dedicación, ha sacado adelante a sus padres y hermanos”.
Si no fuera así, quizás la suerte hubiera reunido finalmente a Juan Antonio con Francisco Javier. Porque en 1766 (tan sólo cinco años después de la mudanza de la familia a Santander) queda vacante la plaza de Maestro de Capilla del Pilar de Zaragoza, encontrándose el nombre de Juan Antonio García Medrano como primer pretendiente. En los Acuerdos del Cabildo de Zaragoza leemos:*Don Juan Antonio García Medrano, Maestro de Capilla de Santander, y otro cualquiera pretendiente que saliere para Maestro de Capilla del Pilar, presenten sus obras a D. Bernardo Miralles, Maestro de la misma+. Es de suponer que fue el mismo *Españoleto+ quien, en un gesto generoso, y con deseos de tener a Juan Antonio nuevamente a su lado, había inscrito su nombre, Garcia Medrano como él tenía costumbre nombrarle, incluso sin haberlo consultado previamente con su sobrino, pero sus condiciones particulares no permitian a Juan Antonio seguir adelante con el proposito de Francisco Javier y, en poco tiempo, el Cabildo del Pilar y de La Seo reciben noticias de García Medrano desistiendo de la pretensión. En los Actos de Cabildo consta lo siguiente:
Habiendo propuesto y expuesto por memorial los Maestros de Capilla que para el magisterio del Pilar era muy buenos – los Maestros de Santander, Játiva, Don Pedro Aranaz y don Cayetano Chabarría; DESISTIDO ANTES EL MAESTRO DE SANTANDER DE LA PRETENSIÓN, … se pasaron a votar por los otros.
Juan Antonio había renunciado esta gran oportunidad. Posiblemente sea el mayor de los *sacrificios profesionales+ a que se refiere el testamento del padre. Con toda seguridad fue una decisión dificilísima: Zaragoza reunía siglos de tradición musical y actividad creadora. Allí habría tenido grandes posibilidades profesionales, así como la posible colaboración artística con Francisco Javier, su casi hermano, su gran compañero de estudios, y ciertamente, la única persona con quien se entendía artísticamente a la perfección. En Zaragoza habría disfrutado entonces, y también hoy en día, del máximo reconocimiento.
Pero no ocurrió así. Juan Antonio no fue capaz de oponer sus propios intereses a los de su familia. Su padre había costeado su carrera musical con gran sacrificio y la familia había sufrido unos importantes traslados, desde Nalda a Valmaseda y luego a Santander, para estar reunida y establecida. Con el salario de Maestro de Capilla se podía mantener a flote. El matrimonio de Rosa con el Alcalde Mayor de Santander ató a los García de Carrasquedo todavía más a la ciudad.
Algo de todo esto se conservó – algunas obras maravillosas, difundidas y grabadas. Composiciones merecedoras de un Premio Nacional de Disco y las mejores críticas. Muchos músicos y yo, como investigadora y directora, hemos invertido horas y horas, y hasta años de energía e ilusión para descubrir su vida y obra. Tenemos además la satisfacción, todos aquí reunidos, de saber que igual que existieron familias de músicos como los Scarlatti, Bach, Mozart o los Haydn, existió aquí en España el mismo fenómeno: aquella familia de músicos a caballo entre la Rioja, Zaragoza e Italia. Los García Fajer, Medrano ó Carrasquedo poseedores de condiciones artísticas muy especiales. No podemos cambiar los avatares de la história, ni deshacer los desatres de las guerras. Pero sí podemos convertir los restos que nos queda en documentos vitales, ediciones, histórias, grabaciones, concierto en momentes musicales inolvidables.
[1] La fecha correcta la he encontrado investigando en Nalda en los años 70; estudios posteriores, como el de Raúl Fraile, han reconocido e incorporado aquel descubrimiento
[2] Será en la biografía crítica de García Fajer realizada por Raúl Fraile Jiménez donde se revela el dato recogido en los Actas Capitulares de 1784 de La Seo: Es un Memorial del mismo García Fajer en que hace constar que además de los veintiocho años como Maestro de Capilla, también había servido cinco años como Infante de Capilla en La Seo. Aunque se conocen los años exactos, dado las fechas de sus actividades posteriores en Italia, calculamos que los 5 años de estudio podía haber sido entre 1742 y 1747.
[3] Dato encontrado recientemente por AM Antoñanzas mientras buscaba información en los archivos de Zaragoza sobre García Fajer.
[4] Queda pendienteinvestigar listas de alumnos y fechas en los archivos del Conservatorio de la Pieta, se establecen aquí deducciones lógicas.
[5] Según los estudios de Alfredo Loewenberg.
[6] Partidas de bautismo encontradas en Nalda.
[7] Según el musicólogo J. José Carreras
[8] En reconocimiento de la procedencia de la Familia García de este lugar. En este momento el tema está sujeto a una investigación.
[9] Resguardo de Rentas Reales.