Maestros de Capilla

En 2005, dentro de conmemoración del 250 aniversario de la concesión a Santander del título de ciudad, la edición de un disco muy especial representaba la recuperación de un hito musical muy ligado a aquel acontecimiento: la constitución de su iglesia abacial como catedral en 1755 y, como consecuencia, la creación de su Capilla de Música, bajo la dirección de un relevante músico del Primer Clasicismo español , Juan Antonio García de Carrasquedo, que se incorporó a la capilla catedralicia en 1756 y desde entonces, y hasta su muerte en 1812 en Santander, trabajó intensivamente para nuestra joven y flamante ciudad.

Allí se reunieron, como documento sonoro en un disco compacto, los resultados  de dos grabaciones anteriores ya agotadas desde hace varios años. La primera fue un LP dedicado exclusivamente a Carrasquedo y que mereció El Premio Nacional del Disco del año 1982 otorgado por el Ministerio de Cultura. La segunda fue un CD del sello Lachrymae grabado en 1992 y editado en 1997 bajo los auspicios de la Universidad de Cantabria y la colaboración del Ayuntamiento de Santander. Incluía obras del Primer Maestro de Capilla y dos motetes firmados por Juan Ezequiel Fernández y Manuel Ibeas, ambos maestros de capilla de la Catedral de Santander tras la jubilación de Carrasquedo.

Gracias al 250 Aniversario, se ha podido conservar y disfrutar de los más hermosos sonidos dentro de la memoria histórica de la ciudad que nació como tal en 1755. El ayuntamiento de Santander asumió el gran esfuerzo de reeditar dichas grabaciones con la colaboración del Parlamento de Cantabria, el Cabildo Catedralicio, la Universidad de Cantabria y la Obra Social de Caja Cantabria, todos convencidos de la importancia de conservar y difundir el patrimonio musical de Santander.

Lynne Kurzeknabe, musicóloga por la Universidad de California en Berkeley, fundadora y directora del CORO UNIVERSITARIO, la CORAL DE SANTANDER Y la CAMERATA CORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CANTABRIA, realizó la búsqueda y revisión del material musical. Durante años dedicó un amplio esfuerzo a la investigación, recuperación, trascripción y divulgación de la obra del maestro Carrasquedo, desaparecida de la historia de nuestra ciudad como consecuencia de la destrucción del archivo musical catedralicio durante la Guerra Civil.

A pesar de los escasos datos iniciales, el trabajo de campo realizado permitió constatar que Carrasquedo fue un compositor relevante en su tiempo. Así lo demuestra el hecho de encontrar obras suyas en varias catedrales españolas: Oviedo, Zamora, Cuenca, Salamanca, León y Albarracín. Durante este proceso de búsqueda, iniciado hace casi cuarenta años, fue localizada y preparada para la interpretación la totalidad de partituras de la obra del primer maestro de capilla.

La Coral de Santander y la Camerata Coral de la Universidad de Cantabria bajo la dirección de la maestra Kurzeknabe y en colaboración con prestigiosas agrupaciones instrumentales y solistas lo interpretaron en importantes catedrales españolas: Burgos, Santiago de Compostela, Salamanca, Zamora, Málaga y Santander; en prestigiosos ciclos y auditorios como la Semana de Música Religiosa de Cuenca, Teatro Real de Madrid, Teatro Principal de Zaragoza, Reales Alcázares de Córdoba y Sevilla, Semanas de Música de Avilés, Real Coliseo de El Escorial; en los Festivales de Santander, Lekeitio y Valencia; además de haber recorrido Cantabria bajo el patrocinio de de la Obra Social y Cultural de Caja Cantabria. Los diversos públicos han recibido la música del maestro de Santander con el máximo entusiasmo. Algunos de los críticos musicales más destacados de este país han sido unánimes en su apreciación del compositor:

recuerda mucho al de los maestros napolitanos, influido por la ópera y basado en el triunfo del melodismo y de la homofonía sobre la textura contrapuntística. Carrasquedo posee una gran inventiva melódica y aplica, muy tempranamente a la música sacra, recursos recién estrenados en la música instrumental. Confiere a su música un perfecto equilibrio y gran variedad dentro de la coherencia del conjunto.

Álvaro Marías, ABC, sobre la obra de Carrasquedo.

La Misa en Sib Mayor es un ejemplo de originalidad dentro de los gustos de la época. Incluso avance bastante frente a las tendencias del compañero, más que maestro de Carrasquedo, Francisco Javier García, cuyo nombre fue más divulgado en razón de su pertenencia a una capilla, como la de la catedral de Zaragoza de más larga tradición. El juego entre los valores polifónicos y los armónicos, las modulaciones y armonías arriesgadas para la época y puestas al servicio de las necesidades expresivas, la capacidad de concisión y la belleza de la parte solista, nos dan una obra coherente y de gran emoción (…) NI SIQUIERA EN LOS GÉNEROS TEATRALES ENCONTRAREMOS UN ALIENTO LÍRICO DE TANTA NOBLEZA.

Enrique Franco, El País.

Las dos misas nos ofrecen la imagen de un compositor dotado de gran inspiración a la hora de poner música a los textos sagrados. Es difícil describir con precisión la belleza y la carga mística de esta MÚSICA SUBLIME, pero a la vez lírica e íntima, sensible y melódica, destacando la elegancia de las texturas, la aparente simplicidad de sus formas y, en una palabra, la GRANDEZA DE SU COMPOSICIÓN.

Roberto Blanco, Mundoclásico.

Por todo ello, es más que necesario realizar un esfuerzo para recordar un momento brillante en nuestra historia musical y conservar este patrimonio cultural. Teniendo en cuenta los caminos de investigación y divulgación recorridos, llega ahora el momento de conservar la obra de nuestro compositor, Juan García Carrasquedo, para futuras generaciones de músicos e investigadores que incluya las partituras y un estudio crítico de su vida y obra.